¿Te imaginas
hacer una prueba de ADN para poder inscribir a tus hijos recién nacidos en el
Registro Civil y enterarte que tienen dos padres diferentes?
Pues eso es lo que les ocurrió a una pareja de Xiamen, China, donde es
obligatorio presentar una prueba de paternidad para demostrar que los hijos son
suyos.
Así el marido descubrió que
uno de los bebés no era suyo y que su mujer le había engañado. Un
caso extraño de gemelos dizigóticos (conocidos como mellizos), pero
posible. Se llama superfecundación heteroparental, y
consiste en la fertilización de dos o más óvulos por espermatozoides de actos
sexuales diferentes, en un corto periodo de tiempo.
Superfetación y superfecundación
heteroparental
La superfetación es un raro caso de gemelos, del que solo se conocen
11 casos en el mundo.
El primer informe de
superfetación en humanos fue publicado por Oskar Föderl en 1932, tal y como
explican en Xataka. Consiste en la
fertilización exitosa de un óvulo liberado durante el embarazo, y que
que da como resultado la concepción de mellizos de distinta edad gestacional.
Pero, ¿cómo
puede ser posible? Resulta que lo habitual es que al haber concepción, el
sistema reproductor de la mujer deje de producir óvulos. Pero en muy raras
ocasiones el ciclo menstrual se repite y se libera un nuevo óvulo mientras que
ya existe un embrión. Cuando ese óvulo es fecundado (algo aún más extraño), se
produce la superfetación, dos embriones de distintas edades gestacionales.
Se trata de gemelos
no idénticos o dizigóticos (conocidos como mellizos), ya que resultan de la fecundación de
dos óvulos separados, cada uno de ellos con un espermatozoide diferente, y se
desarrollan en el útero al mismo tiempo. Pueden ser del mismo sexo o de sexos
diferentes y no son más parecidos que cualquier hermano o hermana, a pesar de
haber nacido juntos.
Porque para
que fueran gemelos idénticos o monocigóticos deberían nacer de un solo óvulo,
fertilizado por un solo espermatozoide, que se divide y forma dos bebés. Estos
hermanos sí son del mismo sexo y comparten los mismos genes y características
físicas.
Y si además, como en el caso
de la pareja china, los óvulos son fecundados por dos
espermatozoides de dos hombres distintos, hablamos de fecundación múltiple heteroparental.
La situación es la siguiente:
la mujer tiene relaciones sexuales con un hombre y uno de sus óvulos es
fecundado por un espermatozoide. En el mismo ciclo vuelve a ovular y tiene
relaciones sexuales con otro hombre. Entonces, uno de sus espermatozoides
fecunda un segundo óvulo de la mujer. Se produce un embarazo de
mellizos de distinto padre, que comparten el útero materno.
Esta rara posibilidad solo se
da en uno de cada 13.000 fecundaciones, ya que la mujer debe mantener
relaciones sexuales con diferentes hombres en un plazo máximo de cinco días.
Pero aún así, ya hemos visto que es posible, porque el ADN no
engaña.
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